León está por llegar a las 40 años y no tiene tanta estatura
como quisiera, se lamenta del metro sesenta que le toco, se entrena todos los
días, tiene los triceps muy pronunciados, es soltero, dueño de un mini cooper
ultimo modelo, y su vida es una rutina cronometrada: De casa al gimnasio y del
gimnasio a casa, siempre con facebook como compañía. Y es ahí donde llegó hasta
la mujer que le partió la cabeza: Gisella, una rubia despampanante, en su
perfil se la ve a ella haciendo acrobacias en el aire, realizando piruetas en
un aro a ocho metros de altura. Él siempre mira sus fotos, la ve en una tela
contorsionándose de manera sensual y en una barra con poca ropa, sus enormes
pechos le obsesionan, los labios de Gisella hinchados a punto de explotar se
apoderan de su mente.
–Dios mío.-Piensa León. –Esta mujer es inalcanzable para
mí.-
Luego de dos meses de contemplarla desde el móvil y el
ordenador, se anima a mandarle una solicitud de amistad en la red social. Ella
acepta. Empiezan a conocerse de manera cibernética y después de unos días,
arreglan para quedar. León está muy nervioso, le ha dicho a ella que intente no
producirse mucho, que acuda “fea “ a la cita, que no sabe cómo va a hacer para
mirarla a los ojos, que ella es mucho para él. Ella se ríe. Y disfruta de
despertarle semejantes sensaciones.
-Tengo novio.-Le dice Gisella.
-¿Ah si?-Pregunta desilusionado.
-Si, y yo lo comparto todo con mi novio.-Le afirma
Gisella.-Quiero acostarme contigo estando él presente.-
-¿Él? ¿Quién? ¿Tu novio? ¿Delante de nosotros?
¿Qué?-Pregunta temblando.
-Si, te lo acabo de decir, nosotros lo compartimos todo,
todo es todo.-Le dice con una sonrisa Gisella.
Después de una semana de muchas vueltas, incluido un llamado telefónico de parte del novio de
ella a León, para tranquilizarlo y decirle que no tenga miedo, León al fin
acepta el trato de hacer el amor con ella delante de su novio, pero le pone
como condición que también haya otra chica.
“Bueno, traete una amiga” Le escribe Gisella por el
chat.
“Uff, es que todas mis amigas son muy aburridas y no van
a querer.”Le responde León.
“Bueno, yo me ocupo de conseguir a alguien, quedamos el
sábado a las 3 de la tarde?”
“¿A las tres de la tarde? ¿El
sábado? ¿No te parece un horario un poco raro?”
“¿A que hora quieres quedar? Yo trabajo de noche, ¿A las cinco?
“Vale, a las cinco en punto estoy en vuestra casa”. Termina
contestando nervioso.
Gisella prendió velas rojas y blancas, incienso, su novio y
una conocida ya estaban en la casa, todo preparado, esperando a León, ella
estaba feliz, le gustaba mucho él.
Pero nunca apareció, “Estoy acojonado” fue lo que
escribió ese día a las 7 de la tarde.”Solo quiero estar contigo, a solas,
los dos solos” Fue lo último que le escribió.
Gisella tuvo que pactar con su novio, que como excepción le
permitiera acostarse con León sin que él estuviera. A ella le gustaba mucho
León, nunca le había gustado tanto alguien.
Y el día que arreglaron para estar los dos solos tampoco
apareció. Ella se enfado. El también
hasta el punto de eliminarla del facebook.
-No se que hacer con este hombre, me gusta tanto y no lo
puedo tener.-Lloraba Gisella ante una amiga.-
-¿De que signo es?-Le pregunta la amiga.-
-No se, ni idea, ah si, nació el 3 de agosto.-
-Es de Leo, lo tienes que tratar como a un rey, es la única
forma de que te haga caso.-
-¿Como un rey? ¿Y como se trata a un rey?-
-Le tienes que decir “Si” a todo lo que te diga, eres su
súbdita, y él siempre tiene la razón, el poder, todo...-
Con estás indicaciones Gisella se armó la nueva estrategia,
la idea de acostarse con León la tenía obsesionada, era lo único que quería y lo
único que le quitaba el sueño, le gustaba muchísimo. Siempre decía que le
gustaba mucho.
Y luego de volver a conquistarlo despacito con mensajes de
texto, consiguió que la volviera agregar en facbook. Finalmente se acostó con
él.
-¿Te gusto?-Le pregunto León.
-No.-Le contesto Gisella.
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